sábado, 14 de julio de 2007

El lobo, Algo de su historia

El lobo en diferentes culturas

Tanto en América como en Europa y Asia, el lobo ha llamado la atención de los humanos. La figura del lobo ha sido fuente y depósito de símbolos, mitos y leyendas que agrupan pasiones, sentimientos y parte de la conciencia colectiva ancestral de muchos pueblos. La gran mayoría de ellos le da un papel central en la sabiduría de la naturaleza y lo enmarca dentro del misterio de lo espiritual.

Los mitos dentro de la tradición cultural europea relacionan al lobo con fuerzas oscuras de la naturaleza y lo asocian con seres de la noche como brujas, demonios, hechiceros y vampiros. No obstante, lo ligan también con la imagen femenina como propiciatorio y sustentador de algunas civilizaciones, tal es el caso de la fun
dación de Roma.

Este gran depredador aparece en cuentos infantiles, fábulas y novelas a horas crepusculares, como augurio de fatalidad, como fuente de poder y como señor de la noche. Las culturas indígenas americanas del norte le han considerado siempre como la figura central de la que se hacen acompañar brujos, curanderos, chamanes y héroes.

La enorme carga simbólica con que la figura del lobo ha sido vista a través de la historia es, quizás, el motivo por el cual siempre fueron difíciles de combatir los prejuicios acerca de su legítimo papel de depredador máximo dentro de las comunidades biológicas del bosque templado, y la razón por la cual ha sufrido en todo el mundo, pero notablemente en América del Norte, una persecución implacable, hasta el punto de llegar a ser considerada actualmente especie en peligro de extinción.

En México, como en el resto del mundo, la razón principal de su extinción ha sido, sin lugar a dudas, la sistemática campaña de exterminio que se entabló en su contra a partir de que se le consideró enemigo principal para la ganadería y otras prácticas humanas. La fragmentación, degradación y destrucción de su hábitat natural sólo se añaden hoy como causas secundarias de este proceso.

Los estudios sobre la biología de este gran depredador nos permiten ofrecer información actualizada sobre el comportamiento de los lobos y entender el papel crucial que juegan para mantener el balance en los ecosistemas.

¿Qué son los lobos?

Entre las familias que constituyen la clase de los mamíferos, es decir la Mammalia, encontramos a la familia de los canes o perros, conocida como Canidae. Esta familia comprende no sólo a los animales depredadores más feroces, sino también al mejor amigo del hombre, el perro doméstico.

La familia de los cánidos se encuentra dentro del orden de los carnívoros o Carnivora, que comprende un grupo diverso de mamíferos que se alimentan de carne. Al igual que muchos otros mamíferos -incluido el ser humano-, los perros o canes poseen pelo y alimentan a sus crías con leche.

Todos los cánidos son animales depredadores que cazan a sus presas. Poseen ojos al frente, excelente oído, dientes afilados y fuertes miembros. Todas las especies tienen garras en todos los dedos y sólo en una especie son semirretráctiles. Su cola es larga y está cubierta por pelo denso moteado o rayado.

La familia de los cánidos

El estilo de vida depredador de los lobos los coloca en el orden de los Carnivora, entre los cuales podemos encontrar a otros mamíferos, por ejemplo, hienas, gatos, osos y mapaches.

Todos los carnívoros evolucionaron de un antiguo grupo conocido como los Miácidos, que aparecieron en el periodo Terciario, hace unos 52 millones de años. El diagrama muestra la relación entre los diferentes grupos de mamíferos que se clasifican en el orden de los carnívoros. Los lobos se encuentran más cercanamente emparentados con los mapaches, las comadrejas y los osos.

El árbol genealógico de los lobos

El linaje del lobo empezó hace 37 millones de años en América del Norte, con depredadores que tenían pares distintivos de dientes muy cortantes y que cazaban a sus presas. Los primeros cánidos llegaron a Europa hace siete millones de años, pero fue Eucyon, hace cuatro o seis millones de años, el que dio origen a la mayoría de los actuales cánidos, como lobos, coyotes y chacales.

Para cuando los primeros pobladores de nuestro continente cruzaron el estrecho de Bering hace unos 18000 años, el lobo gris ya se había establecido en América del Norte. Los lobos grises y los coyotes sobrevivieron la extinción que ocurrió hace aproximadamente 10000 años.

La región de América del Norte ofrece un rico acervo geológico de lobos y sus parientes más cercanos. Los fósiles son los remanentes más sorprendentes del pasado de los cuales podemos obtener información. Su valor es incalculable no sólo desde el punto de vista científico sino también estético.

Los cánidos

La familia de los cánidos está compuesta por 35 especies. Ocho de ellas -entre las que se cuentan el lobo gris, el lobo rojo, el coyote, el zorro rojo, el zorro gris y el zorro ártico- habitan en América del Norte. Estas ocho especies se pueden organizar en tres grandes categorías: lobos, coyotes y zorros.

Lobos (Canis lupus)

Entre los cánidos, los lobos son los miembros más grandes. Ésta es la especie de la cual se originaron los perros domésticos. Los lobos fueron alguna vez los mamíferos silvestres que tuvieron la distribución más amplia; habitaban la mayor parte de tierra disponible en el hemisferio norte. Debido a la destrucción de su hábitat y a la persecución por los humanos, actualmente ocupan solamente dos tercios de lo que fue su distribución en el mundo.

Coyotes (Canis latrans)

Los coyotes son más pequeños que los lobos. Son animales resistentes, tienen poblaciones más grandes y habitan un rango mayor que los lobos. Los coyotes son capaces de adaptarse al cambio y poseen una tolerancia mayor a la invasión humana. Al igual que los lobos, han sido perseguidos debido a su naturaleza depredadora. Actualmente sigue habiendo programas de control por toda América del Norte para atraparlos y matarlos.

Zorros (Canis vulpes)

Los zorros igualan a los coyotes en cuanto a su habilidad para hacer frente al hombre. Los zorros grises y rojos habitan cerca de tres cuartas partes de Estados Unidos. El zorro ártico vive en las porciones norte de Canadá, Alaska y áreas aisladas de Groenlandia.

Clasificación científica del lobo gris, Canis lupus

Reino

Animalia (todos los animales)

Filum

Chordata (animales con notocordio)

Subfilum

Vertebrata (animales con esqueleto de hueso o cartílago)

Clase

Mammalia (mamíferos)

Orden

Carnivora (carnívoros)

Familia

Canidae (familia de los perros)

Género

Canis (perro)

Especie

lupus (lobo)

Subespecies del lobo gris mexicano

El tema de las subespecies presenta problemas técnicos entre los especialistas. Una subespecie es un grupo de individuos dentro de una especie que comparten una zona geográfica y poseen algunas características físicas únicas.

El lobo gris, que se distribuye por casi todo el mundo, puede agruparse en varias subespecies, de manera similar a como las poblaciones humanas se agrupan en razas.

Hace algún tiempo, la mayoría de los biólogos especialistas en lobos reconocían 24 subespecies de lobo gris que vivían en América del Norte. Esta clasificación se basaba principalmente en la localización geográfica o el tipo de hábitat en el que vivían los lobos. Nuevas investigaciones, relacionadas con las medidas del cráneo, han mostrado que varias de estas subespecies son similares.

Además, se ha encontrado que los lobos se dispersan viajando grandes distancias, frecuentemente cruzando barreras geográficas impuestas arbitrariamente por el hombre. Estos descubrimientos han servido como criterio para distinguir a subespecies que muestran menos diferencias y permiten proponer una reclasificación, basada no sólo en el análisis estadístico de las medidas craneales, sino en la distribución geográfica actual, basada, a su vez, en la hipótesis de que durante la última glaciación Pleistocénica algunas poblaciones se refugiaron en cinco áreas: Alaska, norte de Groenlandia, centro del actual territorio de Estados Unidos, este del mismo y la parte neártica del actual territorio de México, porque se vieron libres de los hielos. El lapso en el que tales poblaciones permanecieron aisladas no fue suficiente para una completa especiación, aunque sí para que se desarrollaran ciertos rasgos y características subespecíficas.

Las cinco nuevas subespecies propuestas para lobo gris son:


. Canis lupus arctos. La población del norte de Groenlandia ocupó la mayor parte del Ártico, particularmente las islas Ellesmere, Victoria y Bank. El color predominante de esta subespecie es el blanco crema, que le permite camuflarse con los entornos nevados. Frecuentemente se le denomina lobo blanco o lobo del ártico.

. Canis lupus baileyi. Es el lobo gris norteamericano más pequeño; originalmente se encontraba en México y en el suroeste de Estados Unidos. Comúnmente se le conoce como lobo mexicano o lobo. Los lobos mexicanos fueron exterminados de las áreas silvestres de Estados Unidos a finales de la década de 1970, pero en los últimos años han sido reintroducidos en Arizona y Nuevo México.

. Canis lupus lycaon. La población de este lobo se dispersó poco, restringiéndose a la parte oriental de los grandes lagos y la región costera sur, limitación probablemente debida a la presencia de otra especie de cánido, como el lobo rojo (C. rufus ). Fue la primera especie reconocida en Estados Unidos.

. Canis lupus nubilus. tiene el mayor rango en América del Norte. Es comúnmente conocido como el lobo de las grandes planicies. Se creía extinto en 1926, pero algunos estudios indican que los lobos de Minnesota, Wisconsin y Michigan son descendientes de esta subespecie.

. Canis lupus occidentalis. La población, originalmente de Alaska, penetró después hacia el centro y oeste del subcontinente, en las regiones correspondientes a Canadá y el noroeste de Estados Unidos; es el gran lobo de Alaska y del oeste de Canadá. Comúnmente se le conoce como lobo del valle de Mackenzie.

Longevidad

El promedio de vida del lobo gris en cautiverio es de 15 años, aunque en estado silvestre se especula que sólo alcanzan a vivir entre 7 y 8 años y tan sólo se reproducen durante 8 años de su existencia.

Descripción

Mide, del hocico a la punta de la cola, alrededor de un metro y medio, su altura puede alcanzar hasta 75 cm, y pesa entre 20 y 40 kg, es más o menos de la talla de un perro pastor alemán.

Su cola es larga y peluda y frecuentemente la llevan hacia abajo o recta (erguida), pero nunca se enrosca. Sus orejas son erectas, redondeadas y miden alrededor de 5 cm.

Cómo identificar al lobo

Pero, ¿cómo distinguir entre un lobo, un coyote y un perro? Los lobos son los miembros más grandes del grupo de la familia de perros. Más adelante aparece un cuadro comparativo de estos cánidos.

Los lobos, perros y coyotes son genéticamente casi idénticos, pero actualmente existen técnicas en biología molecular que permiten distinguirlos.

Color del pelaje



En el lobo gris predomina el color amarillo sucio con sombreados negros en el pelo de la espalda y en las partes superiores de los flancos; la garganta suele mostrar un collar de color negro dado por las puntas de los pelos de color oscuro.

Una buena parte de la cabeza es negra sobre un fondo gris; la orilla de los labios y la parte inferior de la mandíbula es de color marrón oscuro, y negro el color base del hocico, más pálido en la corona y alrededor de la superficie basal adyacente a las orejas y en la superficie convexa de éstas.

Las patas son de color blanco amarillento, más profundas en los carpos y en la parte posterior de las patas traseras. En las patas anteriores existe una línea angosta rojiza o más oscura de pelos negros y grises que forman una marca conspicua. La cola también es amarilla blanquecina con pelos negros en la parte superior dorsal y en el extremo.*

El pelo entre los hombros y en la parte anterior de la espalda es más largo que en el resto del cuerpo y forma una especie de melena.

Actualmente existen varias técnicas para distinguir el pelo de los coyotes y los lobos del resto de los cánidos; una de ellas, desarrollada por Moore en 1974 y modificada posteriormente por Kennedy en 1982, es un análisis microscópico. Otra es la técnica isoeléctrica, la cual permite distinguir entre el pelo de coyote y de lobo. Esta técnica depende del examen de proteínas de la fibra que parece ser diagnóstica para especies y razas de perros domésticos. Esta técnica se realiza en los laboratorios de Caza y Pesca en Wyoming, Estados Unidos.

Las patas

Las patas de los lobos son grandes y los cojinetes anchos, con una superficie promedio de 10 cm x 8.5 cm, aunque son mayores en los lobos del Canadá.

La cola mide entre 25 y 45 cm y está cubierta por pelo largo no muy denso.

Están bien adaptados a la carrera y pueden mantener un trote o un paso galopante por largas distancias. Su estructura ósea refleja un bajo grado de especialización, en la que es particularmente notable la longitud relativamente grande de sus patas comparada con la del resto del cuerpo.

Reproducción

El apareamiento entre los lobos ocurre durante el invierno o la primavera, según las regiones, seguido por un periodo de gestación de aproximadamente 62 días, después del cual suelen nacer entre dos y ocho cachorros que son paridos generalmente en una madriguera construida bajo tierra, por lo regular en alguna elevación del terreno, o en alguna oquedad con características similares. Los cachorros nacen ciegos y dependen completamente de su madre. Abren los ojos después de la segunda semana de vida y comienzan a explorar el exterior de la madriguera alrededor de la tercera semana. El destete ocurre generalmente a la edad de dos meses, cuando otros miembros de la manada empiezan a asistir en la alimentación de las crías regurgitando para ellas alimento parcialmente digerido. Los lobos jóvenes pueden abandonar la manada a la edad de un año y adoptar una vida solitaria por algún tiempo, antes de hallar pareja y establecer su propio territorio.

Especie

Lobo

Coyote

Perro

Peso

40 kg

10-17kg

Variable.

Altura al hombro

65-86cm

40-53cm

Variable.

Color

Blanco, negro, todas las tonalidades de gris y café, pardo, nunca moteado.

Todas las tonalidades de gris y café. El blanco y el negro son muy raros, nunca moteado.

Variable, puedeestar moteado

Cola
(cómo la porta)

Cuelga hacia abajo
o recta, nunca se enrosca

Cuelga o está recta,
nunca se enrosca.

Variable,
puede enroscarse

Apariencia genral

Robusta, patas largas

Delicada, tamaño mediano,
proporciones como las de un perro con cara de zorro.

Variable

Orejas

Redondeadas,
relativamente cortas

Puntiagudas,
relativamente largas.

Variable pueden colgar.

Hocico

Largo y cuadrado.

Largo y puntiagudo.

Variable.

Censos a través de la telemetría

La información es fuente importante para rescatar al lobo gris. Los biólogos, veterinarios y personas interesadas en proteger a los animales en peligro de extinción los están estudiando para aprender más acerca de ellos y lograr que sus poblaciones regresen a los ambientes donde juegan un papel importante para la salud y la productividad de las comunidades naturales.

Los lobos son animales tímidos y evasivos por lo que frecuentemente son difíciles de localizar. Para encontrarlos, los biólogos utilizan la telemetría, que es un sistema compuesto por un receptor, una antena y un radiotransmisor puesto en un collar que se coloca a los animales.

El pequeño radiotransmisor emite señales que pueden ser captadas por el receptor y la antena. Dependiendo de qué tan fuertes sean las señales emitidas, los biólogos pueden saber la dirección del animal y su orientación.

Algunos estudios realizados con esta técnica facilitan el monitoreo de los lobos las 24 horas del día, lo que ha permitido que se conozca más acerca de las actividades diarias que realizan. Toda esta información permitirá hacer un mejor manejo de las áreas que se requiere conservar para los lobos y otras especies, tanto de animales como de plantas.

Estaciones olfativas y huellas

Una estación olfativa consiste de bolitas olorosas que se colocan en medio de un área donde el suelo ha sido alisado. Cuando un lobo u otro animal se aproxima a oler las bolitas, deja sus huellas en el suelo. Las estaciones olfativas se pueden colocar a los largo de caminos, senderos y arroyos que los lobos frecuentan. Las estaciones deben revisarse diariamente, el número de huellas debe registrarse y cada huella debe ser medida. Las huellas son fotografiadas y se hace un molde para identificarlas posteriormente.

Cuadro de algunas medidas de las patas delanteras de algunos mamíferos

Jaguar

10cm x 12cm

Puma

8cm x 9cm

Coyote

6.5cm x 5.5 cm

Ocelote

5 cm x 5.5cm

Jaguarundi

3cm x 3.5cm

Lobo

10cm x 8.5cm

Para identificar una pisada se utiliza una guía con ilustraciones de huellas, que incluye a los animales más comunes del área e información sobre el tamaño (longitud y ancho).

Situación actual del lobo mexicano

Por miles de años, los lobos fueron los segundos animales terrestres más ampliamente distribuidos, después de los seres humanos.

En América, desde el Ártico hasta México, su fuerza, inteligencia y comportamiento coordinando en jauría lo convirtieron en uno de los depredadores más exitosos.

Al irse incrementando la dependencia de los humanos hacia el ganado fue creciendo también la antipatía por el lobo. La guerra contra los lobos ha durado alrededor de 300 años. A principios del siglo XX este animal había casi desaparecido de la mayor parte de Estados Unidos y México.

En 1974 parecía enfrentar serios problemas en Canadá y se le declaró especie protegida en Estados Unidos y México. Desde entonces el apoyo público hacia la recuperación de la especie ha ido ganando terreno muy lentamente, y la imagen de un ejemplar se ha convertido en símbolo de la vida silvestre en peligro.

Distribución histórica y actual del lobo mexicano

En el continente americano

Históricamente el lobo mexicano, Canis lupus baileyi, se distribuyó desde el sur de Estados Unidos -comprendía los estados de Arizona, Nuevo México y Texas- hasta la cuenca de México. Esta distribución coincide con la de los grandes cuadrúpedos, mamíferos y plantas de origen neártico.

En México

La distribución histórica de la especie en México ocupa los estados de Chihuahua, Coahuila, Nuevo León, Durango, Zacatecas, Aguascalientes, San Luis Potosí, el Bajío y la Mesa Central, llegando incluso hasta Oaxaca (esto es, entre las dos grandes cadenas de montañas llamadas Sierra Madre Oriental y Sierra Madre Occidental, y al sur limitado por el Eje Neovolcánico).

Actualmente, el lobo mexicano está representado por algunos ejemplares en cautiverio en zoológicos y encierros especiales en Estados Unidos y en México, en los siguientes lugares: zoológicos de Chapultepec y de San Juan de Aragón, en el Distrito Federal; reserva ecológica de Michilía, en Durango, y en el rancho Los Encinos, en Chihuahua. En estado silvestre habita fundamentalmente en los bosques y desiertos del norte de México.

Akela capitulo II

Capítulo II. El primer acercamiento

La doctora Segovia se acercó Akela, llevaba en la mano una serie de pruebas y exámenes psicométrico que le realizaría. –buenos días, ¿como amaneció usted Antwan? * Akela estaba sentado en la mesa que se encontraba en el cuarto, a todas luces se veía que no había pasado una buena noche. Los ojos de aquel hombre se situaron en el rostro hermoso de la doctora Segovia.Era una mujer de tez blanca a mediados de los treintas, su cabello castaño descansaba suavemente sobre sus hombros, sus hermosos ojos color avellana eran un par de ventanas de un alma limpia, su cuerpo estaba esculpido por años de ballet clásico, pero sobre todo su rostro y sus ademanes denotaban una gran inteligencia.

-Permítame presentarme Antwan, mi nombre es Selene Segovia, su la subdirectora del área de trastornos psiquiátricos y conductuales de este instituto, y estoy muy interesada en su caso.

* Akela solamente se limitó a saludar la con un gesto de su cabeza, había algo fascinante en aquello que aquella mujer que lo tenían fascinado. ¿Sería acaso que en aquella ocasión, el amor de su vida se presentaría ahora como aquella doctora?.

- ¿Dígame Akela, necesita que le traiga algo que le parece sea pedimos el desayuno platicamos un rato antes de que le dé el test que quiero que me conteste, que le parece?.

- Esta bien Doctora como usted quiera, pero contésteme una cosa, ¿acaso usted No siente miedo al estar aquí conmigo?, ¿es acaso que nadie le ha dicho lo peligroso que soy? * dije esto de una manera meramente sarcástica, tratando de descubrir en esta mujer algún punto débil, era parte de mi naturaleza.

- No lo sé, dígame lo usted, ¿realmente tengo que tener miedo de usted? A mí sinceramente no me parece tan temible Akela, ¿qué se le antoja de desayunar?. * me dijo la doctora Segovia al tiempo que acercaba una silla hasta donde yo me encontraba sentado. De pronto un delicioso aroma llegó hasta mi olfato, una deliciosa mezcla de té verde con ámbar y almizcle con unas gotas de esencia de rosas, naranjo, clavo y canela esto entremezclado con el aroma sutil a lilas proveniente no dé el perfume original sino más bien de la crema corporal que había usado. Pero había otro olor, aún más incitante, más embriagador, era un suave olor a manzana que se desprendía del cuerpo de la doctora Segovia.

- Realmente no tengo mucha hambre Doctora, lo que se quiera desayunar está bien, ¿me permites llamarte Selene? * le dijera Selene mientras instintivamente invadía su espacio vital, observando sus reacciones pero para mi sorpresa ella no se inmutó, por el contrario parecía estar muy interesada en todos y cada uno de los movimientos que yo hacía, descubrían su rostro señales de verdadero interés.

- Puede llamarme como usted quiera, ¿y cómo quiere que me dirija yo a usted?, Ya que según lo que le dijo usted al Dr. Rodríguez, su nombre es Antwan Poire, pero usted le gusta que lo llamen Akela, ¿cómo me he de dirigir a usted? * me dijo mientras depositaba el paquete de hojas que lleva en las mano sobre la mesa, y se sentaba a mi lado, rompiendo de cualquier manera el protocolo de este tipo de sesiones, pero Selene no era una psicóloga común, ella era ferviente creyente de la doctrina gestalt, en la cual la diferencia del psicoanálisis tradicional y la interacción entre paciente y analista se vuelve cercana, estrecha, casi podríamos decir que se crea un vínculo de amistad entre ambas personas, es una teoría humanista vivencial.

Me quedé un rato observando a Selene iba vestida de una forma casual pero elegante a la vez, llevaba unos pantalones dockers color azul marino y una blusa sport en color beige claro, alrededor de su cuello llevaba una gargantilla de topacios. Su rostro era tan bello que no necesitaba maquillaje, aunque llevaba un tenue lipstick entorno cobrizo que resaltaba la hermosa forma de su boca cuando sonreía, mostrando unos dientes blancos como la luna y en conjunto la hacían una mujer sumamente atractiva.

-sí, bueno, habla la Doctora Segovia, ¿podría mandarme dos órdenes de fruta con yogurt, una jarra de jugo de naranja, y los servicios de café, a la habitación se 69? Sí, así es, ok gracias. Ya está, en unos cuantos minutos no subirán el desayuno espero que lo que ordene sea de su agrado. * me dijo Selene sonriendo amablemente.

-Yo preferiría que me llamara Akela, y por favor Doctora hábleme de tu. * le dije a sintiendo con la cabeza.

-Ok como gustes Akela, pero no me has dicho, ¿cómo es que descansaste?.-Casi no pude dormir Selene, desde hace mucho tiempo prácticamente vivo de noche, hagamos esto más sencillo, qué te parece si mientras esperamos que llegue el servicio de desayuno contesto las pruebas que quieres que haga. * dije al tiempo que extendía la mano para tomar el legajo de papeles estaban sobre la mes, tomé un lápiz, y comencé a contestar la primera de las pruebas, era una prueba de asociación, la conteste en cuatro minutos, y así sucesivamente con cada una de las otras pruebas, en menos del tiempo que tardaron en traernos el desayuno, ya había terminado con las diez pruebas que Selene pensaba aplicarme, mientras ella cronometraba el tiempo que tardaba yo. Al terminar puse el lápiz sobre la mesa.-Estoy impresionada Akela, te tardaste menos de media hora en unas pruebas que cada una debía ser contestada en media hora. Ahora sólo me resta calificarlas. * me decía Selene mientras metía los papeles en un fólder.

-No te molestes en calificar las, están perfectamente bien contestadas, tengo muchísima experiencia haciendo este tipo de pruebas. * dije tratando de no parecer petulante. De pronto tocaron a la puerta dos meseros y cuatro camilleros,-Doctora Segovia, aquí tenemos lo que usted pidió, ¿lo dejamos sobre la mesa?,-sí, aquí dejenlo, * dijo Selene al tiempo que hacía espacio sobre la mesa.-¿Doctora Segovia, está usted segura de que no quieren que nos quedemos aquí? –si lo estoy y ahora déjennos solos por favor.

* El mesero se acercó hasta donde estaba la doctora Selene Segovia y dejó ambas charolas encima de la mesa,-muchas gracias que se puedan retirar.* Dijo Selene al tiempo que con un ademán indicaba a los meseros y a los camilleros que abandonaran el lugar.-Muy bien Akela espero que sea de su completo agrado el desayuno que ordene para ambos pero explíqueme una cosa?, Cómo es que está usted tan seguro de que las pruebas están perfectamente contestadas? .

-Sencillo doctora, llevo años realizando este tipo de pruebas prácticamente me las sé de memoria.* Dije mientras tomaba mis cubiertos de plástico acerque el plato y final mi de fruta hacia mí, muy bien después me encargaré de eso, * dijo Selene al tiempo que ella también tomaba su plato de fruta y le daba un sorbo a su vaso de jugo de naranja, la cara de Selene era de incredulidad como era posible que estuviera inventando tal sarta de mentiras? –Akela estás dispuesto a someterse a una sesión de hipnosis? -si Selene estoy dispuesto a contar la historia en los términos que tú digas si quieres me someteré a una sesión de hipnosis.

martes, 3 de julio de 2007

Entre los lobos... yo

Los lobos comen, devoran a sus presas, saben como elegirlas, tambien saben cazar utilizando estrategias militares, saben si prefieren este o aquel sabor, pero no saben que han de comer, que es necesario para ellos, innegociable devorar a otros para seguir viviendo. En realidad los lobos no saben que morirán de cualquier manera, hagan lo que hagan, que sólo pueden aplazar su muerte si siguen su instinto, esto es, cazar, comer, devorar y copular. El "conatum" de Spinoza, o sea la supervivencia, esa fuerza que nos impele sin saber por qué a comer, matar y copular es en realidad una pulsión instintiva sin explicación, se explica no obstante a si misma, pero los lobos ignoran el significado de las pulsiones de Necesidad, simplemente las acatan. Los humanos como nosotros sin embargo tenemos la posibilidad de representarnos tanto la comida como la muerte, poseemos el poder del simulacro y podemos fingir que las ignoramos. Sabemos que nos moriremos y sabemos que el sexo nos gusta, que ambas cosas nos provocan placer, pero lo sabemos de un modo simultáneo con su contrario: sabemos que moriremos, por más que comamos o por más que copulemos. Copular-comer está invariablemente unido pues a la idea-representación de la muerte, por eso hemos inventado la gastronomia y el erotismo, por eso hemos socializado el acto de comer y por eso "la jodienda no tiene enmienda", aunque apenas podamos disimular que no sabemos que la muerte aguarda en lo que comemos y en lo que copulamos, Para comer hemos de matar, para copular hemos de aceptar nuestra incompletud dispuesta en la reproducción, ni siquiera somos capaces de reproducirnos enteros, hemos de mezclarnos con alguien y compartir fluidos y subjetividades, es necesario negociar y asi y todo sólo podremos reproducirnos de mitad a mitad: he aqui la pequeña muerte del orgasmo que es la antesala de la otra, de la verdadera. Es por ello que las ideas de muerte, erotismo y comida están necesariamente unidas en el recuerdo, en algun tipo de registro prehumano que no pertenece a la conciencia individual. A nivel personal comer y matar - la muerte- se encuentran bastante disfrazados, ya no necesitamos hacer una matanza para alimentarnos de carne, basta con ir al supermercado a buscar el chuletón envuelto en aseptico celofán, una asepsia que parece que nos separa del hecho en si, que aquello que vamos a comernos fue antes un ternero. ¿Pero donde está el ternero entonces?. No ha muerto, nadie lo vió morir, ha desaparecido que es aun peor, porque el muerto puede conjurarse pero ¿qué hacer con aquel que se muestra en su ausencia? ¿como colocarle la etiqueta de chivo expiatorio a aquello que ha perdido su forma animal?. Si, ha desaparecido,. y esta es nuestra culpa primoridal por muy escondida que se encuentra en las estanterias del supermercado. Y eso que Freud ya lo dijo, "La culpa es anterior a la falta", pero nadie le creyó.
En su aspecto más profundo la negativa a consumir carne supone la negativa a matar y morir que forma parte de la ciclicidad inherente a la vida humana. Hasta los dioses cuando consumen carne o alimentos humanos se convierten en vulnerables: se encuentran sometidos a las mismas leyes fundacionales de lo humano, asumen la culpa primordial de aquellos que hemos aprendido a hacer desaparecer lo existente y quedan sometidos como nosotros al transcurso del tiempo ingresando en el reino de Cronos, el tiempo que hace desaparecer a los seres.
Es por ello que la culpa primordial no es en absoluto un hecho individual, antes al contrario se trata de una culpa ligada a la especie, a la esencia de lo humano, donde todos somos culpables, no importa el lugar que ocupemos en el rito de la matanza, desde el aguador, hasta el pastor, el matarife o el sacerdote que oficia la liturgia asesina sobre el toro, todos, todos, somos culpables incluyendo al toro. Se trata de una culpa pues compartida, una culpa distributiva, de la que solo pretenden salvarse aquellos que no participando del rito abrazan la religión órfica, aquella que dice "Abstenerse de matanzas", se trata de un culto de abejas y bellotas que sólo a medias consigue esconder detrás de un velo, siempre existe un velo que oculta la divinidad, el designio divino. Pobres ingenuos: tampoco ese tipo de alimentación les hace inmunes a la culpa transgeneracional, arcaica que traspasa fronteras y libres albedrios, porque en realidad el libre albedrio se inventó más tarde y quizá tenga relación con el éxito de las religiones monoteistas al liberar al ser humano individual del eterno sacrificio con el que se relaciona con los dioses, con todos los dioses y los toros, fuente de proteinas tan necesarias. Simplificar su número fue un acierto y un ahorro en el consumo de energias para saber a qué dios se ofendió en cada momento, a cambio hubo de inventar una nueva vuelta de tuerca: el hijo de Dios hubo de volver a poner orden y ofrecerse el mismo en sacrificio para liberar a la humanidad, de ahi su éxito y tambien su funesta consecuencia: la culpa se instaló en el cerebro individual y allí sigue, es desde allí que la transportamos como un fardo que vamos pasando de cuerpo en cuerpo hasta encontrar al voluntario de nuestra estirpe que lo lleve "voluntariamente" encima, por eso escribimos poemas que son a la vez formas de exorcizar nuestra certeza más absoluta: desapareceremos. Y por eso la culpa no tiene fin, aunque puede ser transformada, para después ser de nuevo inventada de nuevo y reciclada. Los amores de Io y de Zeus precisan de seis generaciones para terminar amortizándose, ahi termina la maldición del toro, que aparecerá inevitablemente de nuevo a la menor oportunidad.
Hablo de lo humano, por eso la tarea de los hombres es negociar con esa culpa y encontrar soluciones politicas, porteadores del ánimo que se ofrezcan voluntarios y seguir adelante portando cada uno de nosotros el fardo como modernos Sisifos, si es posible transformados en jarra de agua, en Sisifos aguadores.

Howling Wolf

bluewolf.gifEl lobo persigue a su presa a través de grandes distancias. Puede confundir y agotar a su víctima. Durante la cacería junto a la manada, evidencia una astucia y eficacia capaz de competir con el cazador humano. Este hecho quizá motivó la tendencia arcaica universal a vislumbrar en el lobo una encarnación del mal. Pero el temor ante los poderes depredatorios del animal de los aullidos también suscitó fascinación y promovió la creencia de que en él bullen fuerzas extrañas, misteriosas. Así, en la costa noroeste de América del Norte, el lobo era venerado como poderoso espíritu animal que concede al chamán potencia sobrenatural. Se obtenía de esta manera una vivaz medicina con la que curar a los enfermos. Al cubrir su rostro con una máscara de lobo, el chamán, hombre de lo sagrado, se vinculaba con violentos espíritus de la caza. Los chamanes lapones se creían lobos y los chamanes tunguses invocaban al lobo para ser poseídos por su espíritu. En diversas culturas de raigambre chamánica, se relataban las visitas que los hechiceros recibían de una mujer disfrazada de lobo. En la mitología nórdica, las valquirias, mujeres guerreras, cabalgaban montadas en lobos para atravesar el cielo. En el contexto también de la imaginación germánica, Odin muere durante la Ragnarok, la batalla final donde se destruye el mundo. Entonces, Fenrir, el lobo cósmico-hijo monstruoso de Loki- devora los restos del antiguo dios tuerto de la sabiduría. En la mitología celta, un lobo celeste despedaza el sol cada atardecer para que la noche no extienda su oscuro reino.

loboroma1.jpgRómulo y Remo fueron fruto de un lazo clandestino entre Marte, dios de la guerra, y una vestal. A causa de esta penumbra en su origen, los gemelos fueron arrojados al Tíber para que allí encontraran una líquida tumba. Pero las aguas los llevaron hasta la gruta del Lupercal, donde una gran loba, los acogió y amamantó. Cuando luego, los dos hermanos fundaron Roma, su madre adoptiva resplandeció como símbolo de la ciudad y expresión simbólica del valor y las garras destructoras del imperio romano. En la Lupercal, fiesta romana de la fertilidad, se honraba a la maternal loba mítica.

En la Europa medieval, los lobos suscitaron un profundo temor. Sus ataques sobre ovejas y demás ganado doméstico, motivó, junto al miedo, la repulsa del animal cazador. Esta presencia cercana y amenazante del lobo se combinó con la ancestral creencia en hombres animales, humanos que, generalmente en la noche y al amparo de los opalinos rayos lunares, se transformaban en letales bestias depredadoras. Esta mágica transformación acontecía en el caso de los hombres leopardo y los hombres hiena de África, y el hombre jaguar del Amazonas. Y era el caso también de los hombres lobos en la tradición occidental. La leyenda del hombre lobo nació en Arcadia, montañoso territorio de la Grecia antigua, atiborrado de lobos. Esta creencia se entroncó con el culto del Zeus Licio (Zeus Lobo), y con Licaón. En muchas leyendas, Licaón y sus hijos eran presentados como una familia proclive a los excesos. Intrigado por estas anomalías, Zeus lo visitó una vez, disfrazado de campesino. Licaón mandó servirle carne de un niño. Encolerizado, Zeus volcó la mesa y, según algunas variantes de la leyenda, luego, como castigo, transformó a Licaón en lobo. De esta leyenda procedería después la expresión “licantropía” para aludir al hombre que se muta en animal y que aúlla y ataca el ganado de los campesinos.

Y el lobo es el señor del aullido. Autor de entrecortadas canciones en el bosque nocturno.

Lois Crisler, una científica norteamericana especialista en lobos, describe el coro de aullidos de sus animales favoritos como un placer musical y escalofriante: Fuimos despertados, en plena noche canadiense, por los aullidos de los lobos. Probablemente, su canto figura entre las más hermosas composiciones animales del mundo. Las dos voces cambiaban de continuo. Se elevaban y descendían siempre en forma de acordes, nunca en unísono ni en disonancia. Los intervalos alternaban entre terceras menores y quintas. A veces se oía una nota larga de un lobo, mientras que la voz del otro tejía curiosos acompañamientos alrededor de la del compañero. Sus sonidos, extraordinariamente puros, recordaban los de un cuerno de caza. Los lobos se interrumpían intempestivamente y entonces reinaba un silencio impresionante, como si escucharan. La inquietante impetuosidad de aquel dúo nos envolvió en un miedo oprimente¨. La científica recrea el canto de los lobos con admiración. Desde una respetuosa distancia. ¿Pero qué podría ocurrir si los misteriosos animales del bosque cantaran cerca, tan cerca que…?

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EL CANTO DEL LOBO

Te mueves, hermano lobo, donde se besan la luna y el bosque. Acaso por momentos, recuerdas tu nacimiento, la salida del vientre de tu madre. Aquella vez, los fríos dientes del viento mordían ramas y hojas que se movían en animada danza. Diste entonces tus iniciales pasos sobre la nieve. Alzaste tu hocico para abarcar el cielo, con una primera mirada. Pero, desde entonces, rara vez contemplas la bóveda completa. Porque siempre están cerca de ti el alma de madera de los árboles, y los senderos que zigzaguean como serpientes barnizadas de penumbras.

Mientras gobierna el sol, las paredes de tu verdadero cielo son la maleza, las piedras y los arroyos. Y en el techo de tu firmamento hay de nuevo bosque, nubes que son cabelleras de ramas y hojas. Pero, quizá, en la noche, las nubes de hojas que se suspenden en las copas, se elevan. Y entonces ves la cúpula inmensa. Y tus ojos arden cerca de los cuarzos de fuego, oscilantes. Sin fin. De las astros. Y ella, la mujer secreta, la mujer nocturna, te incendia de fascinación. Ella…

¿Cuántas veces ya la has mirado a Ella? En la noche atiborrada de nubes, o caldeada de estrellas. Y cuántas veces, mientras Ella riega una parcela del cielo con rocas de plata y enigma, tú te unes a la manada, como ahora lo haces. Y con los otros seres de tu especie, exhalas aullidos y símbolos.

Y junto con la manada, escuchas al más anciano de tus congéneres. De su garganta vetusta emana un canto. Que resuena como un cuerno de caza. Y entonces corres. Corres. En tu boca entreabierta, bullen futuros aullidos. Y tú, y tus hermanos, la siguen a Ella, cuando Ella grita luz en las alturas nocturnas o cuando recorre veloz el bosque.

Y entonces toda la manada se detiene. Y en misteriosa conjunción de voces, cantan. Cantan. ¿Acaso le cantan a Ella? ¿Le cantas a Ella, lobo apasionado?

¿Por qué cantas animal del bosque? ¿Por qué haces rodar los soles de tu soledad sobre las tierras heladas mientras te mueves con el viento para, junto con la manada, llegar a otro lugar donde debes cantar? Cantar…Cantar..¿Qué hay en tu canto? Déjame entrever, en alguna noche de pinos y follaje, las campanas que repiquetean en tu cantar animal. Animal eres: inteligencia que piensa desde la sensación viva.

Tal vez tendría que seguir con obstinación, sin temor a la locura, a una nube que vuela ahora sobre la ciudad. Y que se dirige, sé que así es, hacia tu reino, lobo, hermano animal. Tu hogar: un mar de olas vegetales. Flujos de savia, claroscuros y sonidos. De aves y viento. Que te aman. A los que tú amas, hermano animal.

Sí, quizá debería ser nube, delicadeza líquida que desciende. Lluvia que desciende sobre el bosque. Así me imagino. Y mientras soy esa nubosidad y las gotas que se precipitan, entro en el bosque. En la noche. Y, entonces, te descubro entre el arroyo y el árbol. Y soy, imagino ser, la polifonía de la lluvia. Su crepitar constante es la caricia de un frescor vivo, profundo. Y te percibo cerca, hermano mío. Te has separado de tu manada. Respiras ahora con un aire más viejo que los mares. Una todavía callada emoción esculpe el rostro de tus antepasados en tu piel.

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Y caminas ya bajo el susurro de las gotas. En el bosque. Hondo. Hondo. Y yo, gota que soy, que imagino ser, me escribo cayendo lenta. Pues quiero contemplarte más, hermano animal. Quiero contemplar tus huellas; tu anatomía empapada que arrastra las sombras de los robles; tus ojos de luz extraña que perciben árboles y misterios. Que no existen para el humano.

Y cuando estoy tan cerca de golpear la nieve, palpito en ti, criatura lejana, enigmática. Que creas una música más inquietante que la del violín o el tambor. Y caigo al fin sobre la nieve del bosque. El bosque que conozco, el que imagino. No el tuyo que mi especie no puede presentir ni sospechar. Y entonces, ¿acaso Ella está cerca, en el cielo o en la tierra? ¿Es por eso que comienzas a cantar?

Y escucho tus cantos. Tus cantos: quejidos, himnos o melodías que tallan altares. ¿A qué fuerza veneras en tu templo nocturno? ¿De qué culto eres sacerdote? ¿Cómo nadar en los lagos pintados de noche que vibran en tu voz? ¿Por qué no te compadeces de mí, de la angustia de no ser tu destino de centinela del bosque que bebe plateadas bebidas de luna? ¿Hasta cuándo, asombrado, preguntaré por tu canto, lobo salvaje?

Quizá, mientras soy agua, lluvia y nieve, tú me enseñes a fundirme con la fogata de tu voz. Quizá, a pesar de todo, ya canto contigo. ¿No será que ya las has convencido a Ella para que me acepte como el hermano de tu magia?

Quizá gracias a ti, la siento a Ella. La percibo mientras brilla y corre. Y escucho que me dices: venera a aquella mujer, que medita y nos imagina. Desde el firmamento y el espinazo de la madera.

Y junto contigo, le canto a Ella, mi hermano animal. Soy tan parecido a ti. Lo mismo que tú, persigo el magma y el misterio. Sí, por eso, contigo, hermano lobo, otra vez canto. Otra vez, concédeme el don de cantar con tu voz. En el bosque y la noche.

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EL DOBLE SIMBOLISMO DEL LOBO

El simbolismo del lobo entraña dos aspectos: uno feroz y maléfico y otro benéfico. Es símbolo de la luz entre nórdicos y griegos, porque es capaz de ver en medio de la noche.

En China se conocía un lobo celeste, la estrella Sirius, que es el guardián del palacio celestial, la Osa Mayor. El carácter polar se encuentra en la atribución del lobo al norte. En ciertas regiones del Japón lo invocan como protector contra los demás animales salvajes. Evoca una idea de fuerza mal contenida, gastándose con furor pero sin discernimiento.

Es un obstáculo en la ruta del peregrino árabe, y en el Dante toma las dimensiones de la Bestia del Apocalipsis.
La iconografía hindú lo ve como animal de mal augurio.
La voracidad del animal se expresa por la relación del lobo con el pecado y de la loba con el deseo sensual..
En la Grecia antigua es una de las formas dadas a Zeus Lykaios.
En la mitología escandinava, la boca del lobo es un símbolo de reintegración cíclica, es la noche, la caverna de los infiernos, la fase del pralaya cósmico.

Su fuerza y ardor en el combate hacen del lobo una alegoría guerrera para numerosos pueblos.
Al lobo azul celeste, creador de las dinastías mongolas y chinas, se opone la loba de Rómulo y Remo, terrena y ctónica, asociada a la idea de fecundidad.
El lobo desempeña también el papel de psicopompo. En cuanto divinidad infernal existe ya en la mitología grecolatina: es nodriza de Aqueronte; de un manto de piel de lobo se reviste Hades; las orejas del dios de la muerte de los etruscos son de lobo.

En la tradición nórdica, los lobos simbolizan la muerte cósmica: son devoradores de astros, lo cual evoca el jaguar ctónico de los centroamericanos. El lobo Fenrir es uno de los enemigos más implacables de los dioses.
Entre los egipcios, Anubis, el gran sacerdote que oficia los ritos funerarios, es llamado Impu, el que tiene forma de perro salvaje.
En la imaginería centroeuropea de la Edad Media, es la forma que revisten más frecuentemente los brujos para las reuniones de Sabbat. En España es la montura del brujo. La creencia en los licántropos está atestiguada desde la antigüedad; Virgilio ya lo menciona. Es uno de los aspectos que revisten los espíritus de los bosques.

Es esencialmente el que lleva a la boca de los infiernos, que se abre de par en par en el horizonte de la tierra.

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